Y así vamos en la vida, unos soñando otros dañando sueños. De allí se cree un circulo vicioso, un mal circulo de engaños, tras engaños, desconfianza que crean unos, transmitidas a otros.
Yo no soy mejor que nadie, pues poco me importan los sentimientos de un desconocido, no me importa su muerto, su vida, no me importa si desaparece. Pero muy claro tengo, que ayudar a desconocidos es apoyar otro sueño, quizás esa moneda que doy no es nada, pero junto con otras es un pan, es un poco de leche condensada.
Inicie hablando de amor y ya me hallo perdido entre mis pensamientos, que son sensibles con lo que veo, con lo que vivo, un país hermoso, hermoso y podrido por dentro. Una sociedad fortuita que habla de paz pero ayuda con la corrupción en las calles.
Amemos así no seamos correspondidos, queramos a quien nos da la mano, pensemos en quien nos a herido no para mal, si no en como ayudarlo, odiemos pues todos odiamos, pero que no dure ni un segundo la razón o el motivo por el que odiamos.
Ya termino este escrito y mi corazón se siente sano, así no tenga coherencia lo que hoy de mi mente plasmo.
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